Hay un dicho que dice “Enseñamos lo que debemos aprender”. Y yo siempre he sentido que esta ha sido mi relación con la intuición.
Es y ha sido una parte central de mí ser. No la pude apagar, tuve que aprender a vivir con ella y a intentar vivir bien.
En mi temprana edad, me vi abrumada por mi capacidad clarisintiente o empatía (recibir la intuición a través de las emociones y sensaciones), y esto me llevó a leer, investigar y explorar las formas para a veces poder manejar esta habilidad… parecía una maldición.
La verdad, era difícil estar entre multitudes, personas deprimidas, enojadas o miedosas. Me superaba, y por momentos, me llevaba a las lágrimas y a la confusión.
¿Cómo podía llorar y sentir la traición, el miedo y el dolor de los demás?¡Estas eran algunas de las muchas preguntas que necesitaban respuesta!
Trabajando duro y con disciplina, aprendí a manejarla. Luego, aprendí a CRECER con mi intuición. Mi sistema de guía interna evolucionó en mi habilidad para recibir información a través de las imágenes, el oído, y el saber… prácticamente en cuanto lo pedía.
Tanto así, que comencé a hacer lecturas en eventos corporativos y privados a los 23 años (aunque ya había comenzado a hacerlo para amistades y familiares a los 16).
Como muchos de los que leen esto, yo también tuve sentimientos intuitivos, pensamientos, imágenes e instintos que ignoré.
¡Sĺ, podía conectarme acertadamente con extraños, y luego, en momentos cruciales ignorar mi PROPIA intuición!
Literalmente he recibido advertencias y se me ha dicho que debo continuar o irme a otro lugar… ¡y lo he ignorado! He vivido para compartirlo, no obstante sin historias de guerra dolorosas y algunas cicatrices.
Aquí te muestro cómo ignorar tu intuición puede llevarte a la enfermedad, al dolor y a quebrarte el corazón.
¿Qué creo en mi vida el IGNORAR Y ANULAR mi intuición?
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Un paso por la guarida de Satanás como una de sus doncellas.
Si, UN TRABAJO DEL INFIERNO. Me enfermó demasiado. Nada de correr al baño o vomitar ¡apenas teníamos tiempo para eso! Me enfermó de una manera muy profunda que se manifestó a través de tumores.
La intuición me dijo ¡Basta niña, esto no es bueno para ti!
El miedo me decía, “Toma ese trabajo, las cosas están difíciles allá afuera”.
Todos, incluyendo a mi muy conocido psíquico me decían, “Quédate, no seas negativa, las cosas están difíciles allá afuera. Las personas están luchando, no hay trabajos en estos momentos”, I decidí quedarme.
Tenía dolores de cabeza todos los días, paré de bailar la danza del vientre. No tenía tiempo para hacer ejercicios. Subí de peso. Intentaba hacer lo mejor que podía. Oraba y meditaba.
Conocí a una contadora de día/increíble numerologa de noche
en esa oficina. Ella me dijo que yo era una mensajera espiritual número 11 en toda mi tabla con un número maestro 22. Yo me reí ¡me sentía como una maestra de nada y una tonta por no escucharme!
¿Cómo podía ser una mensajera si ni siquiera me escuchaba a mí misma?
Un día llegué a mi trabajo y la estatuilla de ángel que tenía sobre mi escritorio tenía un ala rota y mi planta se estaba muriendo.
¡Era una mensajera con una bendita ala rota que no podía confiar en su propio ser! Me enfadé y me amargué.
Yo SABĺA que me había engañado mi misma. Mi GPS interno había hablado FUERTE y CLARO. Mis miedos y el mundo alrededor habían ganado. Tiendo a no ser negativa, por eso cuando siento algo negativo… ¡es porque lo es!
Tenía fibromas de menos de 1 milímetro cuando empecé a trabajar… ¡10 meses más tarde cuando por fin abandoné mi trabajo los fibromas eran del tamaño de un embarazo de 6 meses!
Mis tumores benignos crecieron a una velocidad asombrosa. Después descubrí que varias mujeres de la oficina también habían sufrido de tumores benignos. El hombre que era la mano derecha del lugar (le llamaban “El perro faldero de Satanás”) luego sufrió de cáncer en su garganta.
El no escuchar a mi intuición me costó mi antes excelente SALUD y AUTOCONFIANZA. Afortunadamente, ya me encuentro bien 🙂
Pero las cosas no terminan allí…
- Fui físicamente atacada en una cita. Alto, moreno y apuesto… ¿qué no me podía gustar? Sin mencionar por encima de todo ¡su acento francés!
La intuición me dijo, “Hay algo raro, no lo veas de nuevo, no estés sola con él” Y yo decía, “Bueno, pero no quiero que él piense que estoy siendo mala y prejuiciosa. Le diré que todo ha terminado en persona” La niña buena interna no logró llegar muy lejos.
De nuevo, dejaba que la opinión de los demás sobre mi Y mi miedo de estar errada se llevaran lo mejor de mi conocimiento interno.
Si ¡fui atacada y amenazada con más violencia por las próximas semanas!
Afortunadamente, me salí de esa situación, pero me salvé por un pelo. Fue un roce muy cercano para una niña que vivía sola en Manhattan tratando de hacer sus sueños realidad. Esta fue, a decir verdad, la pesadilla de toda joven.
No escuchar a mi intuición pero si a los miedos de “¿Qué va a decir él?” me colocaron en una situación lastimosa. ¡Juré que siempre, siempre iba a escuchar!
Hasta que, conocí a los ojos verdes más increíbles que había visto…
- Comencé una relación destinada a un final infeliz:
Conocí a un hombre esplendido, amoroso y después de la primera cita, LO SUPE CLARAMENTE. Sabía en lo profundo de mi corazón que éramos desparejos o como se dice por ahí que no éramos “el uno para el otro”.
Yo tenía mucha autoconfianza y el luchaba con ese aspecto de su vida. Sabía que finalmente terminaría desagradándole por este motivo. Compartí con él mi reflexión sobre ser desparejos y él me dijo “Dame un chance, yo estoy consciente de esto y estoy trabajando en mí mismo”. Un año de compartir, pasión y amor terminó literalmente cuando él ahogó sus penas en el alcohol. Pensó que no podía valerse por sí mismo en el mundo. Yo terminé las cosas, me dolía profundamente pero no había forma que esta relación creciera.
Habiendo dicho todo esto, la intuición y la espiritualidad no te evitará experimentar todo lo que tiene la vida, y como todos sabemos, la vida está llena de enfermedad, tristeza, desamor y perdida. Hay ciertas cosas que estamos destinados a experimentar, pero también hay muchas cosas sobres las cuales tenemos el poder de decidir.
Pero, como siempre digo, “El instinto tiene un aspecto automático. La intuición requiere de una DECISIÓN”.
A mí se me dio una elección al recibir advertencias sobre situaciones y yo ANULÉ la información intuitiva y ELEGĺ otras formas… formas que me causaron dolor. Al aprender a escuchar a tu intuición tú puedes tomar elecciones con mayor claridad que beneficiaran tu salud, felicidad, corazón y bienestar.
Aquí solo compartí tres ejemplos. Odio admitirlo, pero aun sabiendo que podía realizar buenas sesiones intuitivas… Algunas veces alejaba mi propio conocimiento intuitivo.
¿Te acuerdas haber sentido o sabido algo que desechaste… para luego descubrir que estabas en lo correcto?
Apuesto a que eso te ha pasado más veces de lo que te gustaría admitirlo.
Todos somos intuitivos. Es algo con lo cual todos nacemos y está destinado para ayudarnos en la vida. Sin embargo, de alguna forma durante el camino, lo alejamos, desvalorizamos o pensamos que estamos locos.
Yo me he engañado lo suficiente en el pasado Y AHORA me he dado el valor suficiente para ESCUCHAR, PRESTAR ATENCION, y tomar ACCIONES ADECUADAS.
Por eso es parte de mi misión personal el asistir a cualquiera o a todos los que estén interesados en conectarse y desarrollar su propia intuición.
Por eso es parte de mi misión personal el asistir a cualquiera o a todos los que estén interesados en conectarse y desarrollar su propia intuición.
No es suficiente para mí darte una sesión intuitiva INCREĺBLE… Quiero que siempre tengas tu PROPIO GPS interno en tu mundo.
Entonces, SI estás cansado de pensar, “!TUVE un sentimiento! ¿Por qué no lo escuché?” o simplemente no puedes ni siquiera reconocer QUÉ es tu INTUICIÓN porque tus MIEDOS o creencias culturales te sobrepasan.
Recuerda: La intuición es nuestro regalo más poderoso. Todos la tenemos. La mayoría no sabemos cómo sacarle lo mejor o aplicarla de maneras prácticas en la vida cotidiana.
Mucha luz y amor,
Vanessa